El maíz es un cultivo resistente. Poco sujeta a enfermedades criptogámicas, debe esta relativa resistencia a su origen tropical y a una selección varietal históricamente poco dependiente de tratamientos fitosanitarios. Esta robustez, sin embargo, no debería ocultar la necesidad de un seguimiento riguroso. Ciertas enfermedades fúngicas pueden, en condiciones favorables, causar daños importantes, afectando tanto a la cantidad como a la calidad de las cosechas. Una buena gestión agronómica, una elección juiciosa de las variedades y una observación atenta de los cultivos siguen siendo los pilares de la prevención.
- Podredumbre del tallo del maíz
- Antracnosis del maíz
- Tizón del maíz
- Cabbielosis del maíz
- Mancha foliar causada por helmintosporiosis del maíz
- Roya del maíz ( Puccinia sorghi )
- Virus del maíz (principalmente MDMV)
- Micotoxinas y riesgos asociados
- Soluciones naturales de Agrobiotop contra las enfermedades del maíz
Podredumbre del tallo del maíz
La podredumbre del tallo resulta de la acción combinada de varios hongos: Gibberella fujikuroi , Gibberella zeae , Fusarium moniliforme y Fusarium graminearum . Estos patógenos encuentran condiciones ideales para su desarrollo en presencia de humedad persistente, particularmente alrededor de la floración.
Los síntomas suelen aparecer después de la floración. La parte superior de la planta se seca repentinamente , revelando una desintegración interna del tallo. Una coloración rosada de los tejidos, acompañada de puntuaciones negras en la superficie externa, indica la presencia de patógenos. Esta degradación estructural debilita la planta y favorece el encamado, con pérdidas de rendimiento que pueden superar el 20% en casos severos.
Para limitar la incidencia de esta enfermedad, se pueden movilizar varias palancas agronómicas. El uso de variedades resistentes constituye una primera barrera. Un aporte razonable de nitrógeno, sin excesos, ayuda a fortalecer el vigor de los tallos. La densidad de siembra moderada permite una mejor aireación del cultivo, reduciendo la humedad entre plantas. Por último, la eliminación cuidadosa de los residuos de cultivo retrasa la persistencia de hongos en la parcela.
Antracnosis del maíz
La antracnosis es causada por Colletotrichum graminicola , un hongo que ataca varios órganos de la planta. Se desarrolla cuando el calor se combina con alta humedad, condiciones comunes en verano o después de una tormenta.
Las primeras lesiones aparecen como vetas negras en el tallo , que eventualmente se pudren a medida que avanza el micelio. Las hojas, especialmente las de la base, se secan rápidamente, antes de que la enfermedad alcance los nudos y las panículas. Esta dinámica ascendente afecta la fotosíntesis y compromete la maduración del grano.
El hongo sobrevive en restos de maíz, semillas no tratadas y ciertas malezas. La lucha pasa por tanto por una rigurosa higiene cultural: destruir los residuos, limitar los rebrotes y evitar rotaciones demasiado cortas con otros cultivos sensibles. También debería considerarse la introducción de variedades más tolerantes, especialmente en zonas donde la antracnosis es endémica.
Tizón del maíz
Esta enfermedad del maíz es causada por Setosphaeria turcica , un hongo que persiste en los residuos de los cultivos y prospera en climas cálidos y húmedos. Los síntomas y daños son los siguientes:
- aparición de manchas largas y pálidas que se extienden gradualmente y se tornan marrones,
- Afecta las hojas, comprometiendo la superficie foliar activa,
- Puede retardar el llenado del grano, especialmente en caso de un ataque temprano.
La rotación de cultivos, la destrucción de escombros y la selección de variedades resistentes pueden ayudar a limitar el impacto.
Cabbielosis del maíz
También llamada oscurecimiento del maíz, la Kabatiella zeae es causada por el hongo Kabatiella zeae . Aparece como pequeñas manchas circulares en las hojas , cuyo centro se vuelve translúcido, rodeado de un halo amarillo. Estas lesiones pueden propagarse en condiciones de humedad, provocando un debilitamiento progresivo del follaje.
La enfermedad puede, en casos favorables, reducir la capacidad fotosintética de la planta. Se observa entonces una disminución general del vigor, lo que hace que el maíz sea más vulnerable a otros tipos de estrés. La lucha se basa sobre todo en la observación: los primeros síntomas deberían incitar a adaptar las prácticas, en particular reduciendo la densidad de siembra y favoreciendo rotaciones diversificadas. Los restos contaminados deben enterrar o destruirse para limitar la presión de los hongos en la temporada siguiente.
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Mancha foliar causada por helmintosporiosis del maíz
La helmintosporiosis, causada por el hongo Bipolaris maydis , afecta principalmente el follaje del maíz, reduciendo significativamente la capacidad fotosintética de la planta. Los primeros síntomas se presentan en forma de zonas amarillas difusas, rápidamente sustituidas por manchas alargadas, grises y con reflejos aceitosos . Luego aparece un fino polvo negruzco en la superficie de estas lesiones: es la esporulación del hongo.
Este patógeno persiste en forma de esporas en los residuos de cultivos y se reactiva tan pronto como las condiciones son favorables, generalmente a partir de agosto. La alternancia de calor y humedad estimula su desarrollo, especialmente en zonas donde las rotaciones son cortas y los residuos no están bien enterrados.
Las pérdidas de grano de maíz pueden superar el 20% si el ataque es severo. En el maíz forrajero, el impacto es particularmente notable, ya que la calidad del forraje se deteriora rápidamente cuando el follaje se ve afectado. La prevención se basa en un manejo agronómico cuidadoso: elección de variedades menos sensibles, rotación prolongada y recuperación de los restos mediante trituración o enterramiento controlado.
Roya del maíz ( Puccinia sorghi )
La roya está presente en toda Francia, con una intensidad variable según las condiciones climáticas locales. La seta Puccinia sorghi aprecia especialmente los periodos templados y húmedos, con temperaturas comprendidas entre 16 y 25°C. La radiación luminosa sostenida también promueve la esporulación.
La enfermedad comienza con la aparición de pequeñas manchas cloróticas , que evolucionan en pústulas de color marrón anaranjado en la superficie de las hojas. Estas pústulas se rompen y liberan esporas de color marrón a negro que contaminan el tejido sano. Los ataques tempranos pueden cubrir gran parte del follaje, provocando una marcada reducción de la superficie fotosintética.
Las consecuencias agronómicas son significativas: en el maíz forrajero, la roya provoca pérdidas de rendimiento de hasta un 15%, al reducir la masa de la planta. En el maíz en grano, observamos una disminución en el peso de mil granos (PGM), directamente ligado a un llenado incompleto de las mazorcas. Las rotaciones bien manejadas, la buena aireación de las parcelas y la eliminación del rebrote del maíz ayudan a limitar la presión de este patógeno.
Virus del maíz (principalmente MDMV)
Los virus, aunque menos frecuentes que las enfermedades fúngicas, pueden producir daños importantes en determinadas parcelas. El MDMV ( virus del mosaico enano del maíz ) es uno de los virus más temidos . Se transmite por pulgones, vectores muy móviles cuya proliferación depende de las condiciones climáticas estivales.
Los primeros signos son visuales: las hojas se cubren de bandas descoloridas formando un mosaico, a menudo acompañado de enanismo de las plantas. La planta permanece pequeña, las espigas que produce están mal formadas y escasamente cubiertas. Una infección grave puede comprometer completamente la cosecha en las zonas afectadas.
La lucha se basa en una estrategia indirecta: reducción de los reservorios de pulgones, destrucción de rebrotes, desherbado de borduras y selección de variedades más tolerantes. El seguimiento regular de las poblaciones de pulgones también permite anticipar los picos de riesgo, sobre todo al inicio del ciclo vegetativo.
Micotoxinas y riesgos asociados
El maíz es susceptible a varios hongos productores de micotoxinas, incluidos Fusarium y Aspergillus . Fusarium graminearum es responsable de la producción de DON (deoxinivalenol) y zearalenona, mientras que Fusarium verticillioides y Fusarium proliferatum generan fumonisinas. El Aspergillus flavus , por el contrario, puede liberar aflatoxinas, que son particularmente tóxicas.
Estos compuestos tóxicos se desarrollan cuando las condiciones son favorables: lluvias frecuentes después de la floración, alta humedad ambiental, estrés hídrico, altas temperaturas o lesiones en los granos causadas por insectos o grietas por sequía. El marchitamiento por Fusarium en las mazorcas promueve particularmente la acumulación de micotoxinas.
Soluciones naturales de Agrobiotop contra las enfermedades del maíz
Mejora del suelo:
Aireación y descompactación de suelos, evitando la acumulación de agua superficial, promoviendo su ascenso por higrometría, promoviendo la activación de esporas, micelios y oosporas de diversas enfermedades del maíz.
- SILIBOOST (polvo para diluir)
- SILIPELLET (gránulos)
- SOUFREL (azufre elemental natural, no procedente de petroquímicos)
Bioestimulantes:
Primera línea de defensa contra enfermedades, fortalece los cultivos de maíz gracias a complejos de ingredientes activos que activan el mecanismo de defensa de las plantas.
Contra las enfermedades del maíz
- CHITOPROTECT (quitosano)
- YAKAPRO (bioestimulantes)
- BENTOBIO (Fuerte poder secante gracias a esta arcilla bentonita sódica natural. Una nueva y eficaz solución a menor coste.)
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